domingo, 12 de mayo de 2013

DE COMO LA NECESIDAD SE CONVIERTE EN VIRTUD




A veces,más de las que me gustaría, no me comprendo. No es novedad, ni mía ni de nadie.
Sólo basta echar un vistazo a nuestro entorno incluso no siendo muy inteligente, para ver como la sociedad civil está cambiando a marchas forzadas para sobrevivir a la estulticia y por qué no decirlo, a la maldad de nuestros gobernantes.
Desde las iniciativas particulares, desde los barrios, desde las plazas como antaño en el ágora, la gente se mueve, y mucho.
Plataformas, movimientos, asociaciones e insisto, particulares que están a nuestro lado y no conocemos.
La Polis ha fracaso institucionalmente pero está ganando terrero civilmente.
No es nuevo ya el uso del trueque, no es nuevo que hay iniciativas de gente que determinados días lleva su olla de comida a un parque y ofrece a quien no tiene, y son muchos, los que no tienen digo.
De pronto parece que una oleada de bien-intencionados nos inunda.
Pero me enfada esto, me enfada mucho.
Es obvio que si no fuera por esa legión de gente anónima que da de comer, que visita a enfermos solos, que colabora para eliminar una pequeña parte de dolor, de pena y de penuria, lo que sucede en nuestras calles y plazas sería una mera anécdota, incluso simpática.
Las imágenes que los medios de desinformación sacan a la luz pública de estudiantes quemando neumáticos, o de abuelos protestando ante las entidades bancarias que les han robado, la plataforma de los afectados por las hipotecas y sus escraches, serían cuestiones nimias.
Sin embargo me enfada, me enfada mucho.
Me enfada porque la población se ha visto impelida a realizar las tareas que les corresponden a los gobiernos.
Porque el famoso estado de bienestar cada vez más mermado, ya ha dejado de ser cuestión de gobiernos y pasa a ser una necesidad que han de cubrir las mujeres que atienden a sus enfermos impedidos ellas solas, renunciando a sus trabajos si es que no las han tirado al paro.
Porque los abuelos pensionistas con pensiones ridículas mantienen a sus hijos y sus familias y cobijan en sus casas , esas casas que avalaron las de sus descendientes y que ahora están a punto de quedarse la banca tirándolos a la calle.
Porque los jóvenes a quien tanto hemos criticado se reunen en las plazas , se manifiestan, reivindican.
Porque nuestros médicos de la sanidad publica mantienen un pulso con el gobierno para no desaparecer.
Porque los jueces están dictando sentencias justas a favor de los más desfavorecidos.
Me enfada que se atrevan a publicitar en la televisión pública que ante el paro y la desesperación oremos para obtener consuelo.
Porque inician campañas para que vayamos a los lugares andando porque eso es muy sano, lo que no dicen es que la gente no tiene dinero para la gasolina de los vehículos.
Me enfada que el gobierno defienda tanto el derecho de los no-natos defendiendo su "vida" desde el instante cero, para que nazcan, como sea, pero si tu hijos nace con parálisis cerebral te jodes con resignación cristiana porque ese estado del bienestar no existe para ese futuro hijo.
Me enfada conmoverme cuando veo que hay gente que da desayuno a personas que no tienen dinero cuando acuden a sus bares.
Me enfada hacer de necesidad virtud.

Ahora disfrutad con este tango memorable cuya letra hay que escuchar con detalle
http://www.goear.com/listen/b032788/cambalache-julio-sosa

sábado, 11 de mayo de 2013

BELLEZA

http://www.goear.com/listen/81c18b7/la-belleza-luis-eduarde-aute

En la sala de espera de un médico suele haber gente, obvio, y cuando hace unos días yo hacía lo propio, esperar que el médico me llamara, me entretuve observando a mi alrededor.
Había un hombre, del que después supe tenía 74 años, ya lo había visto antes por el parque de mi barrio dónde nos juntamos los vecinos, unos con sus hijos, otros con sus perros, y muchos solos.
Lo cierto es que de ese hombre lo habitual es quedarse con su aspecto físico, muy bajito y deforme a causa de una escoliosis de 99 grados y que lleva siempre con él un carrito de oxigeno .
Recuerdo que en el parque mi perra se dirigió hacia él muy contenta, moviendo su rabo con alegría, la alegría de una mascota que sabe bien a dónde va y quién  le atenderá como ella desea.
Cruzamos unas palabras, y ya entonces supe que era una persona como mínimo interesante.
En la sala de espera con mi descaro de siempre y consciente que quien lo calificará de afán de cotillear, le dije que me sonaba su cara. El hombre, Ximo se llama, me contestó que no era extraño que lo recordara aludiendo con ello a su aspecto. Lo negué, con sinceridad no era por eso,y comenzamos el mejor ejercicio del mundo, hablar.
Yo lo miraba directamente a sus ojos, y juro por Dios que lo vi guapo era y es un hombre bello.
Y supe en ese momento con total certeza que la belleza existe, y que la belleza es el bien y la bondad
Recordé a Platón que afirmaba lo mismo, y es que tenía razón.
La deformidad es una mala pasada de la naturaleza pero la naturaleza no puede con nuestra alma.
Ya lo sabía antes, pero ahora me reafirmo con contundencia porque mis ojos ven  irremediablemente cuando la bondad se superpone a cualquier tara física, cuando el discurso bien hilado y sensato fluye de la boca de una persona que a primera vista provoca extrañeza e incluso, estoy segura  rechazo, eso es la belleza en mayúsculas.
Cuando la paz y la alegría de una buena compañía te llena, eso es la belleza.
Cuando te miran a los ojos con afecto, eso es la belleza.
Cuando de verdad, pero verdad, no consigues ver una joroba, un carro de oxigeno,  ni la edad, todas esas cosas que nos espantan, entonces es cuando consigues ver LA BELLEZA

jueves, 2 de mayo de 2013

UNA TRANSFORMACIÓN

Resulta difícil remontarse en el tiempo y descubrir en qué momento empezó todo,  cuando una se acostumbró a vivir con ello, el dolor.
El  dolor se hace callo y  la eliminación de esas durezas a fuerza de repetidas sin éxito se convierte en una tarea que acabas por abandonar dejarte llevar en ese río que nunca sabes dónde va a parar. Que se desborda e inunda por completo tu vida, ahogándote en él, sacando el cuello una y otra vez en un esfuerzo sobrehumano para sobrevivir.
Las fuerzas te flaquean de tal forma que ya todo lo ves borroso y deforme perdiendo el horizonte y creyendo que todo es una locura forjada en tu mente.
Solo quieres cerrar los ojos, cuantas más veces mejor, y cuanto más largo sea el espacio de tiempo que los mantienes cerrados mejor aún, quieres no volver a abrirlos nunca más porque ya es demasiado.
Repasas una y otras veces qué estás haciendo mal, cual es el origen real, tu mente?, tu actitud? tu ineptitud?, tu desidia?
Y sin embargo sigues nadando contra corriente una y otra vez, y cuando avanzas un poquito solo suspiras y dices: un milímetro menos.
Después llegas a la conclusión de que va a ser irremediablemente así el resto de tu estúpida vida aunque te rodee toda ella con su luz, sus amores, sus risas, sus penas, su cielo azul, y aunque no te ahogas te dejas llevar sabiendo que la cuerda se va a romper más pronto que tarde.
Un día se te presenta ante ti un ejemplo de valentía y coraje de alguien a quien quieres mucho, Isabel. Con una enfermedad terrible, con tan pocos años..... y en un breve instante de lucidez te preguntas ¿por qué no puedo ser como ella? y te respondes empujada aún no sé muy bien "vas a ser como ella, vas a poder".
Su valentía te da fuerza sin saberlo ella y tomas una determinación !se acabó, quiero vivir!

Guiada por no sé qué o quien me pongo en marcha, pido citas médicas busco neurocirujanos y me pongo en sus manos cómo la única y última posibilidad de empezar a vivir de nuevo o ya caer definitivamente en el intento.
Son cuatro horas de intervención quirúrgica y 14 de UCI, después el cuidado y la recuperación. Pero incluso antes de todo eso ES LA VIDA! desde el minuto uno el sufrimiento ha desaparecido, siento mis manos viva, mis brazos sin corrientes, mis lumbares sin dolor.
No ha habido ni la más mínima complicación! una ángel parece haber estado pegado a mi todo el tiempo, tal vez pese a todo también estuvo antes.
Vuelvo a casa,  y estoy sonriendo plenamente, siento mi espíritu libre por primera vez un mucho muchos muchos años.
He resurgido del río siendo otra, me he transformado y vivo.