Recuerdo cuando hace 20 años (voy a cumplir 52) cómo en una ocasión y hablando de economía doméstica durante el café de una mañana laboral y con un compañero catalán ( vaya por delante que tengo excelentes compañeros catalanes a los que tengo además de afecto, cariño) me dijo muy serio, "oye si el alquiler es caro no entiendo por qué tienes que vivir sola, vive con tus padres"......
Este recuerdo me lo ha provocado no una sesión de hinoptismo, un psicólogo, ni siquiera un ejercicio de memoria. Ha brotado como una seta venenosa cuando sé que ahora obra y gracia al llamado "colchón familiar formado por padres y/o abuelos pensionistas ellos normalmente, con pensiones ridículas y su propio vicio de comer, no tendrás derecho a 450 euros , salvo que tengas mujer y una o dos personas más a tu cargo.
Claro, una es de letras y las cuentas no me salen, no sé sumar debe ser (recurriré a los cuadernos aquellos de sumar y restar o a Epi y Blas).
Pero lo cierto es que si en una casa como la mía compuesta de un matrimonio y una mascota al mes en comida y medicamentos se me van fijo a la semana unos 300 euros, tirando por lo bajo porque nuestro paladar es proletario (gracias a la divina naturaleza) y no nos va mucho el marisco o las carnes salvo pechuga de pollo o cintas de lomo, ni el jamón o embutidos, que uso mucha legumbre, y alguna rodaja de merluza congelada, o trucha, pasta y sopas, no quiero pensar como lo hacen los que tengan una o dos criaturas. Y hablo estrictamente de la comida.
De modo que una vez más me reitero en que el lenguaje es perverso, manipulador, falso, y arma peligrosa.
Por eso aprovecho para decir "malditos sean"
Este recuerdo me lo ha provocado no una sesión de hinoptismo, un psicólogo, ni siquiera un ejercicio de memoria. Ha brotado como una seta venenosa cuando sé que ahora obra y gracia al llamado "colchón familiar formado por padres y/o abuelos pensionistas ellos normalmente, con pensiones ridículas y su propio vicio de comer, no tendrás derecho a 450 euros , salvo que tengas mujer y una o dos personas más a tu cargo.
Claro, una es de letras y las cuentas no me salen, no sé sumar debe ser (recurriré a los cuadernos aquellos de sumar y restar o a Epi y Blas).
Pero lo cierto es que si en una casa como la mía compuesta de un matrimonio y una mascota al mes en comida y medicamentos se me van fijo a la semana unos 300 euros, tirando por lo bajo porque nuestro paladar es proletario (gracias a la divina naturaleza) y no nos va mucho el marisco o las carnes salvo pechuga de pollo o cintas de lomo, ni el jamón o embutidos, que uso mucha legumbre, y alguna rodaja de merluza congelada, o trucha, pasta y sopas, no quiero pensar como lo hacen los que tengan una o dos criaturas. Y hablo estrictamente de la comida.
De modo que una vez más me reitero en que el lenguaje es perverso, manipulador, falso, y arma peligrosa.
Por eso aprovecho para decir "malditos sean"
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