Se nota el tiempo que viene pero no me produce nostalgia, no se puede añorar lo que no te gusta.
De modo invariable y pese a los años transcurridos, el inicio de curso escolar sigue vigente y siendo un punto de inflexión para mí. Mucho más que año nuevo.
Mi año nuevo comienza siempre a la vuelta de las vacaciones, las hayas tenido o no, cuando los escaparates, la publicidad y las noticias te informan que para muchos se acabó lo bueno, o supuestamente bueno.
Las pantallas ahora planas del televisor te inundan de recordatorios sobre los libros escolares del nuevo curso, del calzado infantil para los nenes, de la vuelta a los despachos de los "des-gobernantes".
Casi diría que el planeta entero se pone de acuerdo para hacerte ver que llegan días cortos, más oscuros, más frescos en principio y fríos después, se anuncian batallas de todo tipo en todos los ámbitos.
Los parques se llenan de mamás con sus hijos, carritos y cotilleos de media tarde sobre la aventura del verano que ha pasado, algunas lamentaran haber tenido que poner fin a un matrimonio como mínimo aburrido, las abuelas comentan que el mal tiempo les fastidia los huesos....
Pero a mi todo eso no me importa, lo que realmente me importa es sentir por las tardes, por fin, una brisa de aire que me acaricia como el mejor amante y me deleito con ella, quieta, concentrada en esa hermosa sensación.
No puedo vivir sin la brisa del aire, me gusta tanto extender los brazos con las piernas separadas y dejar que penetre en todos los recovecos de mi cuerpo!
Lo que me importa y fascina es el cambio de luz que ya se advierte pero alcanzará su plenitud en octubre con un mediterraneo cielo azul, esplendido, claro y tan nítido!.
Me gusta la cercanía del otoño que me vigoriza y pone en contacto con la vida que fluye dinámica y serena a la vez conduciendote an la intimidad y recogimiento del invierno.
Me gusta el otoño.
De modo invariable y pese a los años transcurridos, el inicio de curso escolar sigue vigente y siendo un punto de inflexión para mí. Mucho más que año nuevo.
Mi año nuevo comienza siempre a la vuelta de las vacaciones, las hayas tenido o no, cuando los escaparates, la publicidad y las noticias te informan que para muchos se acabó lo bueno, o supuestamente bueno.
Las pantallas ahora planas del televisor te inundan de recordatorios sobre los libros escolares del nuevo curso, del calzado infantil para los nenes, de la vuelta a los despachos de los "des-gobernantes".
Casi diría que el planeta entero se pone de acuerdo para hacerte ver que llegan días cortos, más oscuros, más frescos en principio y fríos después, se anuncian batallas de todo tipo en todos los ámbitos.
Los parques se llenan de mamás con sus hijos, carritos y cotilleos de media tarde sobre la aventura del verano que ha pasado, algunas lamentaran haber tenido que poner fin a un matrimonio como mínimo aburrido, las abuelas comentan que el mal tiempo les fastidia los huesos....
Pero a mi todo eso no me importa, lo que realmente me importa es sentir por las tardes, por fin, una brisa de aire que me acaricia como el mejor amante y me deleito con ella, quieta, concentrada en esa hermosa sensación.
No puedo vivir sin la brisa del aire, me gusta tanto extender los brazos con las piernas separadas y dejar que penetre en todos los recovecos de mi cuerpo!
Lo que me importa y fascina es el cambio de luz que ya se advierte pero alcanzará su plenitud en octubre con un mediterraneo cielo azul, esplendido, claro y tan nítido!.
Me gusta la cercanía del otoño que me vigoriza y pone en contacto con la vida que fluye dinámica y serena a la vez conduciendote an la intimidad y recogimiento del invierno.
Me gusta el otoño.
Yo también prefiero el fresquito, incluso el frio, al calor... lo que no me gusta nada, pero nada de nada es que se acortan los días, ¡que gusta la luz del sol! y eso empieza a escaesar, poquito a poquito... y cuando cambien el horario... ¡zas! llegó el invierno... aunque el calendario y la temperatura no diga eso... pero la luz... ¡me gusta la luz! ¡¡qué le voy a hacer!!
ResponderEliminarYa sabes... tu amiga... la roja de hez