miércoles, 28 de mayo de 2014

Un momento nada más

Es fácil pasear por la calle y sobre todo muy ilustrativo, al menos lúdico, eso no lo puede negar  nadie.
Mi imaginación que es ligera de cascos cuando husmea por el parque urbano ve muchas cosas, bastantes hermosas y muchas feas , simplemente chocantes y espantosas.
Hoy quiero  contar cuando vi una pareja, en principio parecerían pareja, que caminaban sin cogerse de la mano.
No es que esto último sea imprescindible, ni siquiera necesario. Es solo un gesto, pero este mundo está lleno de gestos que en un momento dado  lo dicen todo.
Por eso cuando una veo una pareja en esa  actitud , joven aún, que caminan despacio, como indolentes, mirando al frente, con sus rostros paralelos, casi hieráticos, sin hablar, sin mirarse una décima de segundo, que obediente y cívicamente paran ante un semáforo para con luz verde continuar caminando, siento tristeza mucha tristeza porque intuyo que realmente no son pareja que caminen en paralelo con un mismo fin, porque imagino que entre ellos no hay vasos comunicantes, y sospecho que viven bajo el mismo techo.
No puedo pensar una vida más espantosa  que esa, vivir bajo un mismo techo con quien no amas.
Entendiendo por amor no el despliegue zalamero, dulzón y abusivo que de la palabra se hace en los periódicos, revistas, programas varios , ese esperpento que mercantilizan un 14 de febrero de todos los años. Amor ya no significa nada de tanto usar la palabra?
Amor es vivir y convivir, hablar, comunicar, comprender, ayudar, sonreír alabando y corrigiendo errores, amor es que al llegar la noche, mientras el cuerpo lo permite te refugias en tu ad latere, y cuando el cuerpo no te deja, coger la mano, desear las buenas noches y dormir en paz.
Amar es mucho más.

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