el nombre de Pepe porque se pega a los labios el de Antonio no me gusta porque ...no se pega tanto.
Así rezaba mi madre de tanto en tanto, y así rezo yo cuando me encuentro con alguno que me cae bien cada vez menos todo hay que decirlo.
De Pepe me vengo acordando, sobre todo de aquella vez en la que yo iba con mi hermana diez años mayor que yo, de modo que ella andaría por 18 ó 20 y yo...(haced la cuenta vosotros) y junto a nosotras él, un compañero de su facultad.
Era de Cuenca y a mí aquello me sonaba a exótico, tanto casi como su nariz aguileña.
Debía ya, ser un tanto putica porque se me iban los ojos detrás de los amigos de mi hermana (y los que no eran sus amigos). De Pepe también, qué le voy a hacer siempre me han gustado los feos guapos que digo yo. Aunque más bien creo que los examinaba tratando de adinar de adivinarme en el futuro.
Paseando los tres no sé a cuento de qué de pronto me preguntó ¿ a ti que te parece mi nariz?. Le miré y muy sería le contesté "hombre si te digo que es fea te molestarás y si te digo que es bonitaaa....."
No se lo tomó a mal, se rió.
Años después que me parecieron siglos y ahora un suspiro, llegué a la facultad, tuve profesores mejores peores regulares imbéciles y estupendos.
Llegó el momento y junto con la gramática histórica me encontré con Pepe. Todo un ser profesor de la Universidad y del que nadie sabía que una vez me preguntó por su nariz.
Peculiar, castellano cerrado, irónico, para algunos supongo que idiota pero que a mi me gustaba y además era el único que se pronunciaba por ciertas cuestiones políticas o económicas y eso me gustaba. Me gustaba su modo de hablar y dar las clases.
Hay dos días-momentos que continudo viendo con nítidezsi cierro los ojos aunque hayan pasado más de 25 años.
El primero durante una clase en la que nos dijo:
"A ver en el enunciado El sol sale; cual es el sujeto?"
Intuyendo trampa en la pregunta pero con respuesta sintáctica tan obvia, nos miramos y bajito contestamos "el sol".
Desde la tarima con la pizarra detrás de inmediato dió la vuelta y acusando con la tiza dijo:
!no señores!.
¿Acaso creen ustedes que el sol se mueve a nuestro alrededor? no! "es LA TIERRA la que se mueve alrededor de EL".
Pasmados la mayoría por haber caído en la trampa, muerta de risa yo por estúpidos nosotros y haber caído.
El otro día-momento fue cuando entró comunicandonos la expropiación de Rumasa llevandose las manos a la cabeza.
Así se comportaba con nosotros. De la asignatura ni me acuerdo ya, del contenido de las clases...tampoco.
Sí del fin de carrera y de que fue único profesor que se vino con nosotros de copas y nos llevó a su casa para continuar.
Con el tiempo se le fue encaneciendo el cabello, engordando, no demasiado solo esa curva típicamente masculina y me alegraba verlo por la calle siendo ya una mujer, como si al crecer yo y segir a mis ojos igual sintiera que había superado una prueba. Yo ya trabajaba en una empresa privada, ajena por completo a la filología en ejercicio pero no en espíritu y absurdamente orgullosa de ser "mayor".
Hace unos años murió, supongo que por ahí andará el trabajo que le pasé a máquina durante toda una semana santa escribiendo con una lexicón 90 un texto en el que todo eran números números y más números, lo terminé en viernes santo. Me pagó unas 40 mil pesetas . Mis primeros dineros ganados con mi esfuerzo.
Lo sentí lo siento, todo va desapareciendo.
Me gusta el nombre de Pepe porque se pega a los labios, el de Antonio no me gusta porque no se pega tanto.
Así rezaba mi madre de tanto en tanto, y así rezo yo cuando me encuentro con alguno que me cae bien cada vez menos todo hay que decirlo.
De Pepe me vengo acordando, sobre todo de aquella vez en la que yo iba con mi hermana diez años mayor que yo, de modo que ella andaría por 18 ó 20 y yo...(haced la cuenta vosotros) y junto a nosotras él, un compañero de su facultad.
Era de Cuenca y a mí aquello me sonaba a exótico, tanto casi como su nariz aguileña.
Debía ya, ser un tanto putica porque se me iban los ojos detrás de los amigos de mi hermana (y los que no eran sus amigos). De Pepe también, qué le voy a hacer siempre me han gustado los feos guapos que digo yo. Aunque más bien creo que los examinaba tratando de adinar de adivinarme en el futuro.
Paseando los tres no sé a cuento de qué de pronto me preguntó ¿ a ti que te parece mi nariz?. Le miré y muy sería le contesté "hombre si te digo que es fea te molestarás y si te digo que es bonitaaa....."
No se lo tomó a mal, se rió.
Años después que me parecieron siglos y ahora un suspiro, llegué a la facultad, tuve profesores mejores peores regulares imbéciles y estupendos.
Llegó el momento y junto con la gramática histórica me encontré con Pepe. Todo un ser profesor de la Universidad y del que nadie sabía que una vez me preguntó por su nariz.
Peculiar, castellano cerrado, irónico, para algunos supongo que idiota pero que a mi me gustaba y además era el único que se pronunciaba por ciertas cuestiones políticas o económicas y eso me gustaba. Me gustaba su modo de hablar y dar las clases.
Hay dos días-momentos que continudo viendo con nítidezsi cierro los ojos aunque hayan pasado más de 25 años.
El primero durante una clase en la que nos dijo:
"A ver en el enunciado El sol sale; cual es el sujeto?"
Intuyendo trampa en la pregunta pero con respuesta sintáctica tan obvia, nos miramos y bajito contestamos "el sol".
Desde la tarima con la pizarra detrás de inmediato dió la vuelta y acusando con la tiza dijo:
!no señores!.
¿Acaso creen ustedes que el sol se mueve a nuestro alrededor? no! "es LA TIERRA la que se mueve alrededor de EL".
Pasmados la mayoría por haber caído en la trampa, muerta de risa yo por estúpidos nosotros y haber caído.
El otro día-momento fue cuando entró comunicandonos la expropiación de Rumasa llevandose las manos a la cabeza.
Así se comportaba con nosotros. De la asignatura ni me acuerdo ya, del contenido de las clases...tampoco.
Sí del fin de carrera y de que fue único profesor que se vino con nosotros de copas y nos llevó a su casa para continuar.
Con el tiempo se le fue encaneciendo el cabello, engordando, no demasiado solo esa curva típicamente masculina y me alegraba verlo por la calle siendo ya una mujer, como si al crecer yo y segir a mis ojos igual sintiera que había superado una prueba. Yo ya trabajaba en una empresa privada, ajena por completo a la filología en ejercicio pero no en espíritu y absurdamente orgullosa de ser "mayor".
Hace unos años murió, supongo que por ahí andará el trabajo que le pasé a máquina durante toda una semana santa escribiendo con una lexicón 90 un texto en el que todo eran números números y más números, lo terminé en viernes santo. Me pagó unas 40 mil pesetas . Mis primeros dineros ganados con mi esfuerzo.
Lo sentí lo siento, todo va desapareciendo.
Me gusta el nombre de Pepe porque se pega a los labios, el de Antonio no me gusta porque no se pega tanto.